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jueves, 5 de septiembre de 2013

Más del Dr. Enrique Pichón Riviere y la Psicología Social...


Vamos a tomar una síntesis de la vida de Pichon y algunos ejes fundamentales de su obra. Pichon nació en Ginebra, en Suiza, casi con el siglo, en 1907. Hizo un periplo, un viaje, pasó por Suiza, Francia, pasó por Barcelona durante la Guerra Civil y desde allí fue a parar a la Argentina, al Chaco, cuando tenía tres años. Pichon tenía hermanos tres o cuatro hermanos, pero en realidad era hijo único porque la esposa del padre de Pichon había tenido con él tres hijos, esa mujer murió y el padre de Pichon se volvió a casar con la hermana, cosa que era bastante habitual en ciertas culturas y en ciertas épocas. Como en "La tía Tula". Aunque en este caso de Pichon, el padre se caso con la hermanas, y con esta hermana tuvo un hijo que fue Pichon, esto fue algo que a Pichon no le fue desvelado en sus primeros años de su vida. No le fue desvelado el hecho de que su madre al mismo tiempo era su tía y curiosamente gran parte de la obra de Pichon se dedica a estudiar el papel de la tía en el grupo familiar, el papel de la tía solterona y rica, el papel de la tía casada que se hace cargo de los hijos de los hermanos que murieron, es lo que llama la influencia en los grupos familiares de la tía. Lo que llama "el tiado". Pichon era hijo de un joven militar que, a su vez, era hijo de un rico industrial en la época del comienzo de la Revolución Industrial y que hizo su carrera (el padre de Pichon) en Saint-Cyr. Allí va haciendo su carrera militar hasta que conoce un amigo que le habla de socialismo. Esto era bastante sacrílego dentro de las filas del Ejército y lo echan de la Academia de Sant-Cyr (al padre de Pichon). Ese mismo amigo que le habla de socialismo, le habla de Rimbaud, del África, de la aventura. Entonces el abuelo de Pichon decide que su hijo no puede ser ningún aventurero, ni un revolucionario sino que lo que tiene que hacer es ir a estudiar a Manchester, a Inglaterra el tema de cómo hacer bien los hilados porque era el tiempo de aprovechar las ovejas y el ganado para reproducir textiles. Recuerden que la Revolución Industrial tiene mucho que ver con la industria textil.
Entonces el padre sigue esas indicaciones del abuelo que tienen tanta fuerza, tanta influencia sobre él. Y lo nombró porque más tarde va a desarrollar durante todos sus estudios de Psicología Social el tema de las historias de vida, un tema antropológico que dice que existe una importancia clave en los abuelos y bis-abuelos que suelen tapar en la segunda generación y que habitualmente se denuncia y vuelve a emerger como problema o como característica en la tercera generación, la de los nietos. Entonces a él la relación entre nietos y abuelos le causa mucho interés, no se somete directamente al estudio vincular del grupo familiar de padres-hijos-hermanos, el núcleo básico del grupo familiar. así nace el tema del "abuelato". La influencia que tienen los abuelos no ya sobre los hijos, sino sobre el destino de los nietos. Es decir, los abuelos son a veces una voz, a veces un regazo, un olor, un armario, un retrato que mira desde algún ángulo de alguna pared, pero que inciden a veces en su fuerza, en su destino sobre quizá toda la vida de sus nietos. Efectivamente, el padre, muy entusiasmado con la ida de Rimbaud a África, acepta un camino indirecto que es irse a la Argentina con los indios, no era el África pero se le parecía. Estudia industria textil y se va al país de las ovejas, al país donde hay ganado para que esa industria se pueda desarrollar, se va al Chaco.
Como todo poeta contrariado, le va mal económicamente, por supuesto, y pone todo su dinero en el negocio de la venta de ganado, trabaja duramente, vive humildemente en chozas de barro con techos de paja. hay un anécdota que fue muy importante para la infancia de Pichon y es que Argentina las mangas de langosta pasan y se comen todo el trigo, toda la cosecha y se comen también la paja de los techos de los ranchos, así que la gente queda un poco al aire libre cuando llegan esas mangas de langosta. Pichon siempre recordaba la impresión que le produjo una exclamación de su padre, una noche en el Chaco, cuando venía la manga de langosta, comió todo, lo que tenía que comer se lo comió la langosta y también se quedaron sin techo, y la primera exclamación del padre fue: !Qué cielo tan limpio, tan celeste, tan hermoso! Esta exclamación en la desgracia, esta capacidad que tuvo el padre de Pichon de transformar esa situación desgraciada, terrible, siniestra, en algo maravilloso a través de una vivencia estética, esta utilitaria vivencia estética como una posibilidad de tránsito entre lo desgraciado, lo siniestro, lo horripilante y lo estupendo, lo maravilloso que tanto consiguieron en el Surrealismo, Picasso, por ejemplo en la pintura. Esto le quedó profundamente grabado a Pichon y signó toda su idea de trabajar en una Psicología Social con la posibilidad de comprender que lo siniestro y o maravilloso están a un milímetro de distancia.
Y ese milímetro de distancia puede se salvado, puede ser trabajado en tanto aparezca la posibilidad de ser trabajado o con sentido del humor o transformando la experiencia en una experiencia estética, y en tarea Pichon siempre pensó que la relación humana, los vínculos eran una experiencia estética, inclusive, a Pichon le gustaba mucho la pintura, no le gustaban las naturalezas muertas y cuando hablaba de geografía, la geografía para él eran espacios donde había tenido vínculos y los países eran personas que conocía y le parecía que no había mapa más hermoso ni más intrigante para ser explorado que el cuerpo humano. Y que no había trayecto más interesante o sendero más críptico, más fascinante, más atractivo que el laberinto de las relaciones humanas. Así pudo desarrollar toda una relación entre el arte y la ciencia que durante muchísimos años han estado agarrándose de los pelos y peleados: el arte por un lado y la ciencia por otro. "Lo que era científico no era artístico y lo que era artístico no era científico".
Pichon fue un gran integrador entre lo artístico y lo científico, toda su obra es un gran puente entre ambos, todo Pichon plantea la sacrílega idea (me acuerdo de una noche hablando, muy de madrugada, cuando el pensó y me dijo: Hernán como sería sin en lugar de mandar un atleta l espacio, los cosmonautas hubieran mandado un poeta, qué hubiera pasado, o un músico, qué pasaría). Todas esas ideas que Pichon tenía alrededor de la creación y de la integración entre ciencia- disciplina psicológica, la psicología como ciencia y el arte fue un gran estímulo para todos aquellos que estábamos haciendo ciencia durante la vida profesional y escapándonos, haciendo escapaditas artísticas entre la soledad y el resto de la vida cotidiana. Pichon lo pudo integrar, pero él confesó siempre de que de su padre le llegaba esa capacidad de transformar lo siniestro en maravilloso.
Era un exiliado, un expatriado, un hombre que había perdido su lugar, su familia, su tierra, y eso quizá ha hecho que en el Chaco se lo llamara al padre de Pichon "el nostálgico optimista". Es una rara combinación un raro adjetivo, pero hizo que planteara durante mucho tiempo a Pichon e tema de la soledad, de la desgracia, como la posibilidad de ser transformadas. Durante varios años Pichon cree que es hijo de su padre y de su tía, y sus hermanos y él viajan a caballo a la escuela creyendo que es el hijo menor del conjunto. Pero a los siete años hablando con su padre, en los pocos tiempos en que su padre estaba cuando venía la hacienda, y hablando con su madre descubre la verdad del origen. Sus padres lo notaban como un chico triste y Pichon se recuerda a sí mismo como un chico triste. Y esta tristeza era una tristeza irracional, sin sentido, porque gran parte de la infancia de Pichon, tal como lo estoy contando, es una infancia rica, plena de contacto con la naturaleza.
El mismo, de todos los hermanos, es un hombre que viene de un hogar francés que va a parar al interior del país, que se cría con los indios y aprende a hablar en guaraní, en indio, antes que en español y en francés. Aprende el idioma de la soledad del indio, el idioma del silencio, del presagio. Aprende el idioma de los ojos, de los gestos, de las palabras, de lo extra-verbal. Pero nunca comprendió hasta años después el motivo de su tristeza, y en gran parte ese motivo era que é se sintió depositario de este secreto familiar que, en lugar de serle desvelado en los primeros años, le fue callado como a un hijo adoptivo. Y durante muchos años Pichon comprendió que su interés por la tristeza tenía que ver con esa pérdida de ilusión de pertenecer a un grupo familia de origen, o sea: él venía a vivir gracias a una muerte a la muerte de u tía.
Yo no sé cuanto signó eso el hecho de que Pichon se planteara, cuando se planteó lapsicopatología, que la enfermedad matriz, la básica, el núcleo patogénico y patoplástico elemental es la enfermedad depresiva básica. Pero el en sus comentarios planteaba que desde que el hombre pierde el claustro materno, la tristeza debía ser la madre, la matriz de todos los rasgos de personalidad y de todas las patologías: La Depresiva básica.
También estuvo poblada su infancia por la mitología, porque Pichon vivía en una época de transición, en un lugar en donde estaban los indios y se contaba que venían los malones y en cualquier momento podían venir, violar a las mujeres, arrasar con lanzas y matar a la gente. Su pubertad se va desarrollando en una actitud de alerta y descubre que no llegaban los malones y que los indios no mataban ni violaban a las mujeres, entonces comienza a pensar que es un rumor que hacen correr los blancos con respecto a los indios, con los que él había hecho muy buen contacto. Esto es importante porque Pichon le da un énfasis muy particular durante toda su teoría al tema del rumor que para él, es hijo del prejuicio, que a su vez es nieto de la envidia.
La madre de Pichon fue una joven que fundo la escuela de Goya, una intelectual bastante contrariada, sumamente inteligente, una mujer de ojos pardos, bajita, fuerte, violenta, tenía algo de india también.
Es curioso, yo conocía a la primera mujer de Pichon y era muy parecida a la madre. Madre que nunca asumió la pobreza como posibilidad, casi siempre se vivió como una mujer de familia rica francesa venida a menos, casada con un hombre que fue a hacerse la América y no se hizo la América, y se frustró en algún sentido. Esta madre triste, esta madre nostálgica tiene una fuerza muy grande en el pensamiento de Pichon, por que Pichon es un niño precoz como todo niño triste, y como todo niño precoz es un niño dependiente. Como todo niño precoz es fuerte, rápido, es capaz de asumir roles adultos y al mismo tiempo es capaz de las niñerías más increíbles, desde que nace hasta que muere a lo 70 años, y con una gran dependencia con la madre. Esto llevó en muchos sentidos, a sentirse profundamente interesado por la teoría Kleiniana que, dentro de todas las teorías psicoanalíticas es la que más profundiza la relación boca-pecho, la relación madre-hijo y el papel e la madre en su relación con el hijo.
Esta temática de tener que hacer frente a la realidad, de tener que suicidarse o deprimirse por estas desgracias que le pasaron en lo social, o tener que seguir adelante, trae también otro tema de mucho interés para Pichon Rivière, que es la adaptación a la realidad. Tema que a él le traía muchos problemas porque adaptación a la realidad se puede confundir con sumisión a las normas vigentes de la sociedad dominante, sumisión pasiva a la realidad.
Cuando Pichon habla de adaptación habla de adaptación activa y adaptación pasiva a la realidad. Adaptación activa a la realidad para él quiere decir comprometerse a esa realidad no para someterse pasivamente sino para recrearla y tratar de transformarla, para diferenciarla de la adaptación pasiva que, obviamente es la sumisión los elementos fundantes del sistema.
Viviendo en el campo y estando en Argentina, era natural que se orientara hacia los deportes: el fútbol, el tenis, el boxeo, en los que sobresalió, pero sobretodo en el fútbol, en donde descubre, a través del estudio de fútbol, que no es lo mismo once jugadores buenos que once jugadores que forman un team y un equipo, cosa que, por supuesto no es descubrir la pólvora, pero el descubre que los buenos jugadores de fútbol son aquellos que tiene interiorizado el resto del grupo y el resto del campo de juego en su interior y entonces tienen internalizada una dinámica de acción y movimiento del otro. Un buen jugador de fútbol no necesita saber demasiado qué va a hacer su compañero si tiene interiorizado los movimiento grupales. Si sabe como el grupo va a reaccionar.
Se va de Goya, porque, como en todos los países del mundo, era bastante clásico irse de las provincias a las capitales y aterriza en la segunda capital argentina que se llama Rosario.
Él sabía francés, vivía en una pensión, no tenía muchos medios de vida, era bastante tímido en ese momento. Las pensiones estaban ocupadas por estudiantes y prostitutas, no conseguía trabajo. Como en aquel momento una prostituta francesa cobraba el doble que una prostituta argentina, empieza a enseñarles francés a las prostitutas argentinas. Consigue así empezar sus estudios de Medicina, sin muchos escrúpulos, y el resto de escrúpulos que le queda es que las va preparando para el matrimonio, porque las prostitutas argentinas van mejorando a medida que aprenden francés y se empiezan a casar. Le que da como segunda parte enseñarles buenos modales que el vino se sirve por la derecha, dónde se ponen las copas, sabía modales enseñados de su madre. Y va trabajando, y va viviendo, y va aprendiendo psicología de la vida cotidiana; se va dando cuenta que la familia le enseñó algo, que la Facultad de Medicina le enseña algo, pero que todas experiencias de vida le están enseñando algo, algo muy importante, que lo lleva en un momento determinado a vivir de noche, una vida rápida, intensa, todavía no existía el "gluco-sport" para los deportistas.
Y en ese momento Pichon contrae una enfermedad pulmonar y consigue volver a Goya para que lo atienda su mamá. Vuelve a Goya, hacia los 19 años se decide a fundar un partido político, el Partido Socialista de Goya, con el portero del prostíbulo de Rosario, que era su consejero espiritual.
Ambos forman el germen del actual Partido Socialista de Goya. En ese momento él siente que tiene que hacer algo por el compromiso político, y en un momento determinado el siente que quiere participar, hace un grupo de gente que maneja autobuses, quieren comprar una ambulancia para mandarla a la Cruz Roja para participar en los temas de la Guerra Civil Española, que en aquel momento llegaba a la Argentina con cierta intensidad, con cierta angustia por la gente que había ido allí. Su madre le prohíbe que actúe en política, le dice que no, que bajo ningún concepto. Pichon era un hombre alto, atlético, la madre era una mujer chiquitita pero tipo fortachón y Pichon decide que era el momento de cortar con en cordón umbilical, de romperlo, irse de Goya, y se va a Buenos Aires, que es "la ciudad luz". Se va a una pensión también, allí contacta con otros intelectuales importantes de la República Argentina: un periodista de crítica que se llamaba Roberto Arlt, un estudiante de Medicina, también periodista: Conrado Nalé Roxlo. Mucha gente que lo ve jovencito, atlético, con ganas, interesante, le da una mano, lo ayudan, y lo ponen de periodista, de crítico de arte en "La Nación", que era un periódico importante.
A Pichon le sale el diablo de adentro y el primer artículo que saca es acerca de la teoría de que todos los que usaban sombrero se les iba a caer el pelo y que la Cámara de Diputados se caracterizaba, porque era una reunión de "sombrerudos", cosa que le cayó pésimamente mal al Jefe de redacción de periódico y ahí empezó y término la historia de periodismo de Pichon.
Lo ayudó mucho Roberto Arlt, lo consolaba, compartía la pizza con él los domingos, lo hizo hincha de Boca, el equipo de fútbol más popular que existe en Argentina. Allí encontró, en las hinchadas, hablando con la gente en la cancha, a la salida, en la pizzerías en los bares, seguía adelante con una idea de que la vida pasaba en gran parte por ese lado. Pero al mismo tiempo necesitaba y quería estudiar Medicina y tenía que emplear lagas horas de estudio.
Era muy mal estudiante, pasaba "raspando", y suspendió varias asignaturas, y en general aprobaba porque hablaba de Psicología en Otorrinolaringología , por ejemplo. A los especialistas les parecía una cosa medio extravagante, extraña, que un estudiante de Medicina hablara de, por ejemplo, la importancia que tiene la garganta de digerir las cosas que no nos gustan, cosa que para un médico clínico era como una parábola rarísima y simpática. Consiguió pasar muchos exámenes y recibirse de Médico.
Pero él estudió Medicina solamente para hacer Psiquiatría, no le interesaba ni la Cirugía ni la Clínica; siguió Medicina para desvelar ese misterio de la tristeza. Además estaba empeñadísimo y Roberto Arlt lo apuntalaba mucho, en demostrar algún día dentro de la Medicina de que existe una inter-ciencia, en donde el arte y la ciencia no tienen porque llevar caminos opuestos.
Para ganarse la vida está por recibirse de médico, y había un asilo de oligofrénicos donde ningún médico que se preciara de bien nacido quería ir a trabajar: el asilo de Torres. Él, que necesitaba ganarse su dinero para vivir fue a ese asilo como médico. No sabía mucho que hacer por que no sabía mucha psiquiatría tampoco, pero se le ocurrió que podía organizar el tiempo libre armando partidos de fútbol entre oligofrénicos. Armaron un partido en que eran médicos y practicantes y familiares contra los oligofrénicos. Ganaron los oligofrénicos 10 a 1, cosa que le impresionó vivamente y dijo: bueno, acá pasa algo más que lo corporal, no puede ser que se les de también el deporte y les haya ganado el partido. les dieron la revancha y les volvieron a ganar los oligofrénicos.
Entonces se puso a estudiar, se puso a hablar con esa gente, estaban allí hacía años, había gente que estaba diagnosticada como oligofrénico desde los 7 años y tenía cuarenta y pico de años, cincuenta. Se puso a hablar con personas con las que nadie había hablado todavía; y se dio cuenta que si les sacaba un test tenían un coeficiente bajo, de débil mental, pero halando no eran débiles mentales, y jugando al fútbol mucho menos, lo cual no quiere decir que jugar al fútbol sea una garantía de genialidad, pero le impresionó mucho esto. Empezó a estudiar sus historias clínicas y descubrió, a través de la experiencia personal, que más del 60% de los internados no eran débiles mentales, tenían perturbaciones afectivas. Habían sido diagnosticados por los médicos psiquiatras como oligofrénicos y ahí se había quedado toda la vida.
Entonces aporta, hace su gran y primario aporte a la Psiquiatría y divide las oligofrenias (con trastornos orgánicos, coeficientes mentales bajos) de lo que él llama oligotímias, que son personas que parecen tontas, pero que de tontas no tienen nada, lo que tienen son trastornos afectivos que les impiden expresarse y quienes les toman los test los toman por oligofrénicos. Descubrimiento importante, sobre todo para trabajar en Psicología de Niños y eso hace que, a lo primero que aspira cuando va al Hospital Neuropsiquiátrico es a hacerse cargo del Servicio de Psiquiatría de Niños y Adolescentes porque piensa que puede hacer muchas cosas allí.
En es época, trabajando en el Neuropsiquiátrico, un día hay una huelga, los médicos, que ganaban muy bien, deciden hacer huelga por su cuenta, entonces los pacientes se quedaban sin atención; los enfermeros con los que él trabajaba, que le tenían bastante rabia a Pichon porque era un revolucionario, muy innovador, deciden hacer lo mismo que los médicos, se pliegan a la huelga. Llegan la familias y no saben qué hacer; Pichon toma la situación como problema y empieza a preparar a las familias y a los pacientes que estaban más posibilitados para que ayuden a los que estaban menos posibilitados. De esta situación, que duró varias semanas pudo llevar adelante el Servicio sin la participación de los médicos y sin la participación de los enfermeros. Solamente con lo pacientes que estaban más capacitados y por la actividad de las familias que incluía en un actitud reparadora.
Esto que era cambiar la situación, otra vez transformar lo siniestro en maravilloso es su descubrimiento, por eso el dice que con los grupos familiares y el Hospital Psiquiátrico, con gente que no sabe y que se capacita, cambia y los hace cargo, le quita el principado de conocimiento de la psicología a los especialistas y se lo da para que operen con él a los familiares y a los pacientes. Y este quite, este cambio, esta transmutación, va a ser el eje y el núcleo de todo trabajo de Pichon, porque él lo llama a esto el Grupo Operativo, que es la posibilidad de tomar un conocimiento, una información que él transmitía, recreada, re-pensada, re-trabajada por personas que a veces no venían de la Psicología para poder hacer algo con eso, hacer algo útil en su ambiente familiar, en su ambiente recreativo.
Este es el germen de lo elemental en nuestro trabajo que, como método, como Uds. saben es el Grupo Operativo que es donde todas las personas recrean el conocimiento que se transmite en las clases.
Contemporáneamente a esta revolución en el campo de la Psiquiatría, Pichon Rivière comienza a apasionarse por el estudio de los grupos familiares y corre el rumor en su familia de que Isidoro Ducase, el Conde de Lautreamont, que había sido un joven que murió a los 19 años trágicamente, que escribió los "Cantos de Maldolor", puntada inicial para casi todo el arte surrealista, el rumor de que era pariente de él.
Entonces él comienza a explorar, se va al Uruguay y empieza a explorar la vida del Conde de Lautreamont y empieza a encontrar paralelismos impresionantes. Por ejemplo entre el nombre de su madre y la madre del Conde, y en los últimos años el suicidio trágico de su primera esposa y el suicidio e la madre de Isidoro Ducase.
El empieza a tomar el tema de aquel suicidio como un tema totalmente ligado al tema de la dialéctica vida-muerte, o sea la presencia de la idea de muerte en una dialéctica permanente con la idea de vida. Tanto se apasiona y progresa en el arte surrealista que se especializa como crítico en obras de arte, y en un momento determinado, el grupo de André Breton lo llama a París para ver si puede hacer una entrevista con un puntal del arte surrealista que es Antonin Artaud, un poeta interesado que escupe a los psiquiatras, que se niega a hacer electroshockado y que reclama para sí mismo que se le permita vivir su locura hasta el final, no existía aún la antipsiquiatría.
Esto solamente es comprendido por el núcleo más cercano de Antonin Artaud que era el grupo bretoniano, quienes piden a Pichon que viaje a País para verlo, sobre todo por la enorme empatía que sentía Artaud por el Conde de Lautemont, por la importancia que tuvo "Los cantos de Maldolor" en la obra poética de Antonin Artaud. Pichon va al hospital psiquiátrico, Artaud se niega a verlo y le piden un diagnóstico. Más tarde Pichon se define con respecto a esa entrevista: No llego a verlo. Pero muchas veces le preguntaron si no pensaba que Artaud tenía Razón, que el que se psicoanaliza pierde esa locura necesaria para crear. Pichon se definió muy claramente en ese sentido que a él no le parecía eso: decía que a pesar de su locura Artaud había sido u autor genial y no porque era loco era un autor genial.
Esto era importante para cierto momento histórico donde el comienzo de la apología de la locura venía casi consiguiente con una crítica o un rechazo total al psicoanálisis y a la psicología; sobre todo al psicoanálisis, del cual Pichon se sen tía representante importante, tanto que su obra se llama "Del Psicoanálisis a la Psicología social". él es miembro fundador de la Asociación Psicoanalítica Argentina, primero trabajo con psiquiatras, pero su interés sigue siendo trabajar con gente que no está en psiquiatría.
Lo marca bastante el hecho de que trabajando como médico durante las noches conoce a Enrique Santos Discépolo, un autor de tangos importante, conoce a Gardel. Lo marca profundamente la vida trágica de los poetas, de los artistas, y está presente en el momento en que Pichon enmarca un ciclo mínimo para estudiantes de Psicología Social; que es: Primer Año: estudio de la psicología de la vida cotidiana(que es lo que van a hacer Uds. este año) Segundo Año: Concepto de desviación de la conducta, no habla de locura sino de desviación, de conflicto, de crisis, de psicopatología. Tercer Año: Operaciones destinadas a corregir estas problemáticas. Por eso la Escuela está planteada con tres años de trabajo.
En primer año va a ser la psicología de la vida cotidiana, el segundo va ser el de la Psicopatología y el tercero el proceso protector de esa Psicopatología. Pichon fue un gran estudioso de la noche, un gran insomne y descubrió que había una patología diurna y una patología nocturna; que el insomne es un claustrofóbico terrible, que no se puede quedar en la casa, la casa del insomne está fuera de su casa, en la calle, en el café, en los timbres de los amigos, en el vínculo que no apareció. Que hay una patología vespertina, una patología matutina, que se puede calificar, trabajar, estudiar.
Los últimos años de Pichon lo encuentran casi totalmente entregado a su trabajo de formación de psicólogos sociales y él plantea que quiere una Escuela de Psicología Social donde, por lo menos, se hagan dos cosas: se preparen como Psicólogos Sociales a las personas que integran esa Escuela en un espectro que vaya, entre sus alumnos, desde "el ama de casa al investigador científico" y que cuanto más heterogéneo sea el grupo, y más homogénea la tarea de recrear el conocimiento de psicología, más operativo es ese grupo; por eso, a pesar de que él, como nosotros, partió de inicio de empezar a trabajar con psiquiatras dinámicos y con psicólogos, porque son los que más conocimientos tiene de Psicología y de dinámica grupal para empezar a coordinar, hoy en día, en Buenos Aires y en muchos lugares donde ha cundido la Escuela de Pichon. Los coordinadores de la Escuela de Pichon, que asumen como vocación fundamental la de asumirse como agentes de cambio social y la de vivir una experiencia grupal durante tres años como la del grupo operativo, y un año de observador y un año de coordinador, supervisados por gente de mucha más experiencia. En ese plan estaba Pichon cuando le sorprende la muerte, hace más o menos unos tres años.
Un amigo mío, Luis Frydlesky, muerto recientemente, en agosto, vino a Madrid y me pidió que le escribiera por lo menos una carta para un homenaje que se le hacía cuando Pichon cumplía 70 años. Yo voy a leer la carta a modo de cierre de la parte de hoy, porque para mi también es importante este segundo paso después de la experiencia piloto que hemos hecho. Este primer año de Escuela yo lo siento como momento fundador. La carta que le mando a Enrique Pichon fue, qué ironía, muy pocos días antes de morirse. Se leyó frente a numerosas personas de la intelectualidad argentina, en un homenaje que se le hizo en un teatro. Un acto que se llamó "Al maestro con cariño", utilizando el slogan argentino: "Al maestro con cariño", en que se proyectó un film de los años veinte de Chaplin, porque, a diferencia de Borges, Pichon amaba a Chaplin; en el que se cantaron algunas canciones folklóricas, tangos de Discépolo que eran inéditos y que Pichon tenía en su habitación. (La habitación donde vivía Pichon era una especie de cueva, de gruta inimaginable de recuerdos de grandes hombres de su siglo).

Esta carta la escribí en Madrid, el 20 de junio de 1977. Yo le digo:
"Querido Enrique: Luisito me aviso que se organizaba un homenaje para tus 70 años y me sugirió que te escribiese esta carta, un par de notas algo rápido, porque tenía que llegar antes del 27 para poder estar presente junto tus otros discípulos en esa celebración. Y qué mejor que hacer de cuenta que hoy es uno de esos días en que me escapaba de mi consulta (estábamos a 100 metros uno de otro, él no podía tomar cerveza entonces teníamos un acuerdo de que tomábamos la mitad cada uno a medio camino, porque no andaba bien de salud, muchas veces me escapaba para poder charlar con Enrique) para verte, para contarte mis proyectos, para discutir juntos sobre fútbol, sobre ciencia, sobre todo. Entonces me vienen algunas imágenes. De los primeros tiempos cuando íbamos en el auto de José (Bleger) al Neuropsiquiátrico, con Fernando (Ulloa) y bajábamos a tomar una grapa (ginebra) antes de entrar, porque hacía frío y no porque tembláramos de angustia, como decían las malas lenguas. (La verdad es que teníamos mucho miedo de entrar el loquero, pero íbamos en invierno y hacía frío, entonces la ginebra ayudaba).

Me acuerdo de la noche en que Ana (su compañera), el gordo (Armando Bauleo) y yo transpirábamos como locos cuando en París fuimos a ver a Lacan (porque Pichon y Lacan fueron compañeros de estudio, de seminario, cuando Pichon fue a ver a Lacan, nosotros, en 1968, fuimos con él). Allí, en casa de Lacan estaba casi todo el grupo de gente que estaba trabajando con Lacan, y que después muchos se han ido; fue un encuentro muy cariñoso muy sentido, Pichon sentía una gran admiración por Lacan, y viceversa creo.
Lacan quiso presentar a su amigo de seminario y Pichon empezó a leer su trabajo, que todos escuchaban por supuesto. Pero como le dolían los pies, se sacó un zapato; leía con el artículo suyo sobre una mesa y se le escapó el zapato. Todo el mundo estaba muy nervioso y transpiraban mucho porque él estaba más preocupado por encontrar el zapato que por seguir leyendo el trabajo, cosa que era una vergüenza en esa presentación social, pero así fue. Por eso le recuerdo en esta carta:
"De la noche que Ana, el gordo, y yo transpirábamos como locos, cuando en París, le leías a Lacan y a sus discípulos tu proyecto para una Escuela de Psicología Social, mientras buscabas con la punta de tu piesecito el zapato que se te había perdido debajo de la mesa y que te tenía más preocupado que todo lo que estabas diciendo.
De cuando abrías la puerta de tu consulta y le decías al grupo familiar que estaba en la sala de espera: "Que pase el que pueda..." (que es la clave de invitación más hermosa que se puede hacer).
"De cuando te tomabas la cerveza en los bares del aeropuerto, un minuto antes de salir el avión y te ibas sin pagar, dejando estupefactos a todos los camareros, diciendo con gestos que no hablabas su idioma, que no tenías cambio y que el avión se te iba y te alejabas haciéndonos un guiño picaresco". Eso nos enseño Pichon también, a tomar rápido la última copa tres minutos antes de salir y decir que uno no sabe hablar el idioma del lugar. Era su picaresca permanente.
"De cuando te empeñaste en hablar en francés durante toda nuestra estadía en Londres" (que fue el Congreso de Psiquiatría Social al que fuimos en Londres, en 1968, entonces él nos prometió que, como nosotros no hablábamos bien francés, el iba a ser nuestro guía en Francia, y como nosotros hablábamos mejor el inglés, lo haríamos en Londres y él se iba a quedar callado. Pero, mentira, habló en francés todo el tiempo a los ingleses), "sabiendo que esto es lo que menos soportan los ingleses, sobre todo si son taxistas, y continuaste haciendo la putada de prometernos que nos compensarías más tarde, al volver a París haciéndonos de guía, porque vos eras el único que sabía hablar bien el francés y allí no se te pudo sacar una sola palabra que no fuera en castellano (y en lunfardo peor) hasta que salimos de Orly."
"De cuando te dormías mientras estabas hablando en plena conferencia hasta inundarnos de toses y de angustias como si fueras un tenor al que le salió un gallo en el escenario, y justo cuando estábamos por reventar de angustia, abrías los ojo, decías dos verdades grandes como una casa y nos hacías sentir a todos que estábamos despiertos, pero que éramos tontos."
"De cuando Marta Lazzarini (que había sido mi secretaria y después fue su secretaria y discípula) te entregó tu diploma de primer torero de la Psicología Social"
De cuando vino Bion y tuvo que reconocer delante de toda la Asociación Psicoanalítica Argentina, que eras tú y no él , quien había sido el primer adelantado en el pensamiento de la psicología grupal y operativa." Ese fue un momento bastante emocionante para los discípulos de Pichon , porque a través de los supuestos básicos y del trabajo de Bion en los grupos comando, durante la guerra, ustedes saben, fueron los primeros que habían empezado a estudiar la aplicación de que un conjunto de personas no opera eficazmente igual, sumadas, por más que sean especialistas, sino que tiene que haber algo, tienen que ser grupo; y el reconocimiento que hizo Bion en la Argentina de Pichon fue muy importante, sobre todo porque los estamentos oficiales ridiculizaban en algún sentido la figura urticante de Pichon.
"De cuando fui a verte a Villa Gesell aquel verano (fue el verano antes de que viniera a España) en que fuimos de visita con Susy (mi mujer) y los chicos y yo te dije que estaba angustiado, paralizado y te pregunte qué tenía que hacer para salir de eso y me dijiste: Trabajar, crear, es la única tarea que te puede sacar, y lo hice y salí."
De cuando coordiné con Marquitos (Marquitos Berstein es un coordinador, el actual director de la Escuela de Coordinadores en la Argentina) él último laboratorio social de coordinadores de la escuela (Pichon no había trabajado en técnicas de acción y además estaba harto de enseñar y quería jugar del otro lado, quería ser coordinado, estar con la gente que aprendía, entonces prometió que se iba a portar bien y ser coordinado). Y te divertiste muchísimo representándote a ti mismo a la hora de psicodrama y jugaste al fútbol como Veglio (un hábil jugador argentino de fútbol) cuando jugamos todos con una pelota de papel y saboteaste todo lo que se te dio la gana cuando, a la hora de hacer las evaluaciones finales y en el momento en que los participantes tenían que hablar, te pusiste a leer ese poema tuyo en francés que habla sobre la muerte.
En fin, que te extraño mucho, que sepas que estoy bien, que me siento un pedazo tuyo y de la Escuela aquí en España. Que me siento orgulloso de ser tu amigo, tu discípulo y me despido con las mismas palabras que te dije el di que cerré el acto de tu último homenaje (porque a mi me tocó hablar en nombre de los docentes de la Escuela de Pichon diez años antes):
¡Arriba Enrique, querido, viejo y peludo!"

Fragmentos extraídos de la transcripción literal de la clase dictada por el Director de la Escuela, Dr. Hernán Kesselman, el seis de octubre de 1981, como apertura al curso del primer año e inauguración del año académico 1981/82. Publicado en la Revista: El portavoz* Año I-nº1-Junio de 1982.
(....)http://perso.wanadoo.es/quipuinstituto/pichon/r2.htm

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