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miércoles, 13 de mayo de 2009


El Valor de Escuchar --------------------------------------------------------------------------------



Escrito por Dr. John C. Maxwell
Edgar Watson Howe bromeó en una ocasión: «Ningún hombre le escucharía hablar de no saber que luego tendrá su turno». Por desgracia, eso describe precisamente la manera en la cual demasiadas personas utilizan la comunicación, están demasiado ocupados esperando su turno para escuchar verdaderamente a otros. Pero las personas influyentes entienden el increíble valor de convertirse en un buen oyente. Por ejemplo, cuando Lyndon B. Johnson era un joven senador de Texas, mantenía un cartel en su oficina que decía: «No aprendes nada cuando eres el único que habla». Y Woodrow Wilson, el vigésimo octavo presidente estadounidense, dijo en una ocasión: «El oído del líder debe zumbar con las voces del pueblo».

La habilidad de escuchar de manera diestra es una clave para lograr influir a otros. Hallamos que escuchar ofrece los siguientes beneficios, considérelos:

1.- Escuchar muestra respeto:

La sicóloga Joyce Brothers afirmó: «Escuchar, no imitar, podría ser la forma más sincera de adular». Cuando uno no le presta atención a lo que otros tienen que decir, les dice que no los valoriza. Pero cuando escucha a los demás, expresa respeto. Aun más, les muestra que está interesado. Paul Tillich, el teólogo y filósofo nacido en Alemania, comentó: «El primer deber del amor es escuchar». Un error que las personas cometen con frecuencia al comunicarse es esforzarse mucho en impresionar a la otra persona. Intentan aparentar ser inteligentes, cómicos, o entretenidos. Pero si desea relacionarse bien con los demás, tiene que estar dispuesto a enfocarse en lo que tengan que ofrecer. Impresiónese e interésese , no sea impresionante e interesante .

2.- Escuchar construye relaciones:

Dale Carnegie, autor de Cómo ganar amigos e influir en la gente, aconsejó: «Puede ganar más amigos en dos semanas, convirtiéndose en buen oyente, que en dos años tratando de hacer que otros se interesen en usted». Carnegie tenía un increíble don para las relaciones. Reconoció que las personas enfocadas en sí mismas y que todo el tiempo hablan sobre ellos y sus intereses raras veces desarrollan relaciones fuertes con otros. Al convertirse en un buen oyente, puede conectarse con otros a más niveles y desarrollar relaciones más fuertes y profundas porque satisface una necesidad. El autor C. Neil Strait indicó que «todo el mundo necesita a alguien que realmente lo escuche». Cuando uno se convierte en ese oyente importante, ayuda a esa persona. Y da un paso significativo para convertirse en una persona influyente en su vida.

3.- Escuchar aumenta el conocimiento:

Wilson Mizner dijo: «Un buen oyente no solo es popular en todas partes, después de un tiempo sabe algo». Sorprende cuánto puede aprender de sus amistades y familia, su trabajo, la organización en la cual trabaja, y usted mismo al decidirse a escuchar verdaderamente a otros. Pero no todos se sintonizan con este beneficio. Tenga cuidado y no se ubique en una posición en donde piense que conoce todas las respuestas. Siempre que lo haga, se ubicará en el peligro. Es casi imposible creerse «el experto» y continuar creciendo y aprendiendo al mismo tiempo.

4.- Todos los grandes aprendices son grandes oyentes:

Un problema común de las personas, a medida que adquieren más autoridad, es que muchas veces escuchan menos, sobre todo a los que les reportan. Mientras más se aparta del frente de batalla, más tiene que depender de otros para obtener información confiable. Solo si desarrolla buenas destrezas auditivas temprano, y continúa utilizándolas, podrá reunir la información que necesita para tener éxito. Mientras avanza en la vida y llega a tener más éxito, no pierda de vista su necesidad de seguir creciendo y mejorándose. Y recuerde, un oído sordo es evidencia de una mente cerrada.

5.- Escuchar genera ideas:

Las ideas frescas e innovadoras nos ayudan a encontrar nuevas maneras de solucionar viejos problemas, para generar nuevos productos y procesos que mantengan nuestras organizaciones creciendo, y continuar creciendo y mejorándonos a nivel personal. Plutarco, de la antigua Grecia, afirmó: «Aprenda cómo escuchar, y se beneficiará hasta de aquellos que hablen mal». Cuando uno escucha coherentemente a otros, jamás sufre por no tener ideas. A las personas les encanta contribuir, sobre todo cuando su líder los hace partícipes del crédito. Si le da oportunidades a las personas para que expresen sus pensamientos, y los escucha con receptividad, siempre habrá un flujo de ideas nuevas. Y aunque oiga algunas poco útiles, escucharlas simplemente puede encender otros pensamientos creativos en usted y en otros. Jamás sabrá cuán cerca está de una idea millonaria a menos que esté dispuesto a escuchar.

6.- Escuchar edifica lealtad:

Algo gracioso sucede cuando uno no suele oír a la gente. Ellos encuentran a otros que lo hagan. Siempre que los empleados, cónyuges, colegas, niños, o amistades no creen que los escuchan, buscan personas que les den lo que desean. Algunas veces las consecuencias pueden ser desastrosas: el final de una amistad, la falta de autoridad en el trabajo, la reducción de la influencia paternal, o el rompimiento de un matrimonio. Por otro lado, practicar buenas destrezas auditivas atrae a las personas a usted. Karl Menninger, siquiatra, autor, y uno de los iniciadores de la Fundación Menninger, dijo: «Las amistades que nos escuchan son las que nos atraen, y queremos sentarnos a su alrededor». A todo el mundo le encanta un buen oyente y se sienten atraídos a ella o él. Y si escucha coherentemente a otros, valorizándolos por lo que tienen que ofrecer, es probable que desarrollen mucha lealtad hacia usted, aun cuando su autoridad con ellos sea informal o extraoficial.

7.- Escuchar es una gran manera de ayudar a otros y a sí mismo:

Roger G. Imhoff urgió: «Permita que otros confíen en usted. Es posible que no lo ayude, pero ciertamente los ayudará a ellos». A primera vista, escuchar a otros parecerá que solo los beneficia a ellos. Pero cuando se convierte en un buen oyente, se ubica donde usted mismo puede ayudarse. Usted adquiere la habilidad de desarrollar relaciones fuertes, reunir información valiosa, y aumentar su entendimiento de otros y de sí mismo.

Lidere.org

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